La experiencia que existe entre la música y la comida en un restaurante no son solo los alimentos. En realidad, la comida es el 50% de la experiencia en un restaurante y la atmósfera es la otra gran parte. Pero, ¿qué es exactamente la experiencia cuando hablamos de un restaurante? Es el lugar, la decoración, los meseros y … la música.

El último elemento, la música, es la parte principal de nuestra visita a un restaurante.

Gracias a la ciencia, hemos descubierto que, de hecho, la música cambia por completo nuestra experiencia en un restaurante y ese es el tema de este podcast.

Hace unos días, mientras almorzaba, sonaba de fondo Justin Bieber… Un álbum llamado Changes. Yo se… Quien lo creyera… Pero en efecto, existió una conexión bastante interesante ahí. Pudo ser la voz del Biebs… La producción… el momento…

Y de repente tuve una sensación tan sabrosa en mi experiencia gastronómica, que me dije… Hey, hay que hablar de la música y la comida.

Claro…

Hay canciones que hablan directamente de comida…

Junk Food Junkie de Larry Groce en 1976.

La canción cuenta la historia de un hombre que lleva una doble vida: durante el día se jacta de su estilo de vida de dieta natural y saludable, sin embargo, por la noche, se entrega a su adicción secreta a la comida chatarra.

Jimmy Buffet en el 78 compuso Cheeseburguer in Paradise.

La canción trata sobre un hombre que “está tratando de enmendar sus hábitos carnívoros” con alimentos saludables como las semillas de girasol, una canción inspirada en la experiencia del propio Buffet, ya que se vio obligado a comer solo alimentos enlatados y mantequilla de maní debido a un accidente en el que su bote se hundió en el Caribe, pero finalmente, después de naufragar,  llegó a tierra y lo primero que hizo fue llegar a un lugar de comida rápida y ordenar una hamburguesa. Varios restaurantes de hamburguesas en el Caribe también han afirmado ser la inspiración para la canción, pero Jimmy Buffet nunca dijo cual fue.

El comediante Weird Al Yankovic se hizo famoso en 1983 por hacer una parodia de la canción “Beat It” de Michael Jackson, a la cual llamó “Eat It”.

Por esa misma época, ZZ Top le rendía homenaje a la comida congelada para calentar en microondas en su canción TV Dinners.

En el 95 The Notorious B.I.G. hablaba en su canción Big Poppa, que quisiera un T-bone steak, huevos con queso y su jugo de uva marca Welch’s…

La música nos hace comer de otra manera.

Muchos factores influyen en la forma en que comemos. Existen factores internos como el estado de ánimo, las hormonas y factores externos como la televisión o el cine, que son los ejemplos más famosos de las influencias externas en inducirnos a la forma en que comemos.

Resulta que la música también es uno de esos principales factores externos que cambian la forma en que comemos. Varios estudios han demostrado que escuchar música mientras se come es probable que aumente nuestra ingestión de alimentos y bebidas.

Además, la música también alarga nuestro almuerzo. Significa que la música puede mantenernos más tiempo en un restaurante.

Más sorprendente, el ritmo influye también en el ritmo de la masticación. Otra experiencia dirigida por investigadores, descubrió que el tempo y el tono, así como el género musical, influyen en los comportamientos alimenticios y la respuesta a los alimentos. La música lenta tiende a disminuir nuestra velocidad de comer con el resultado de que los clientes pasan más tiempo en restaurantes y potencialmente ordenan más platos. El tipo de música también puede influir en las elecciones que hacemos: un estudio ha demostrado que la gente compraba vinos más caros cuando se tocaba música clásica pero seleccionaba botellas de menor precio cuando los éxitos pop estaban en el fondo. También se ha demostrado que el género afecta la cantidad de personas que dicen que les gustan los mismos alimentos. Se descubrió que la música de jazz mejora significativamente el gusto de las personas por el chocolate en comparación con la música hip hop, por ejemplo.

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Bienvenidos al episodio catorce de Uri-Palooza. Todos los episodios aquí.

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