No sé si para usted el Halloween sea una festividad divertida o no… En mi caso particular, cuando niño, siempre lo disfruté. Me encantaba disfrazarme… Pedir dulces… Me sentía el rey del mundo. Pero, a medida que fui creciendo, encontré otras cosas alrededor de Halloween… Una de ellas y que me encanta… La música. Hablemos de Música y el halloween.
Las tradiciones que unen la música y el halloween vienen desde épocas celtas en las que se celebraba un festival llamado Sow-In. Los celtas celebraban el año nuevo el primero de noviembre, debido a que era el final del verano y el comienzo del invierno. Ellos creían que durante esa transición, la línea que separaba el mundo de los vivos y los muertos se volvía un poco borrosa. Por eso estaban convencidos que el 31 de octubre, los fantasmas de los muertos regresaban a la tierra.
Los curas celtas, que se conocían como Druids, construían fogatas enormes donde quemaban cosechas y hacían sacrificios animales para alejar a esos espíritus.
Para evitar que dichas entidades pudieran ver la cara de los implicados y así no robarles el alma, se usaban máscaras y disfraces… Por lo general cabezas de animales o pieles.
Para el siglo séptimo, el papa Bonifacio IV declaró que el primero de noviembre sería la fiesta de todos los santos “All Saints Day”. Esto, con el fin de abolir por completo el festival celta y crear una fecha aprobada por el estado y la iglesia.
La noche anterior a esta celebración, que en teoría era una fecha de exorcismo de pecados para recibir a todos los santos, se llamaba All Hallows… Que luego se llamó All Hallows Eve, para luego acuñarse definitivamente como Halloween.
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