Bienvenidos nuevamente al DeLorean Musical, soy @uribedj y quiero que viajemos en el tiempo
Volvamos a febrero de 1985… Para conocer la historia de “Don’t You (Forget About Me)” de Simple Minds.
Este viaje arranca con una banda de rock británica que se formó en Glasgow, Escocia en 1977 por el cantante Jim Kerr y el guitarrista Charlie Burchill que comenzaron tocando en una banda de colegio.
Influenciados por la música de David Bowie, un día en 1972, estaban escuchando una de sus canciones, llamada “The Jean Genie“… En cuya letra aparece esta frase:
He’s so simple-minded, he can’t drive his module
He bites on the neon and sleeps in a capsule
Loves to be loved, loves to be loved
Y las palabras Simple-minded, o gente de mente simple, de inmediato resonaron en su cabeza… Es cuando deciden llamarse SImple Minds.
Tuvieron cinco álbumes número uno en la lista de álbumes del Reino Unido y han vendido más de 60 millones de copias. Fueron además, la banda escocesa más exitosa comercialmente de la década de los 80.
Pero a pesar de la popularidad de la banda en el Reino Unido, Europa, Canadá y Australia, Simple Minds seguía siendo desconocido en los Estados Unidos hacia 1985, a pesar de tener varios álbumes en su carrera para cuando comenzó el año. Y es que la filial de la disquera en Norteamérica rechazó los sencillos de la banda. Pero fue una película de John Hughes en 1985 llamada The Breakfast Club la que introdujo finalmente a Simple Minds en el mercado estadounidense, cuando lograron su único éxito pop número uno en Estados Unidos con una canción que se lanzó un 20 de febrero de 1985 y que llegó al top de los listados en abril del mismo año. La canción hecha para la película: “Don’t You (Forget About Me)”.
Una película sobre cinco adolescentes en una detención de la escuela un sábado en la tarde, que tenían todos los estereotipos de la escuela secundaria imaginables: el deportista, la reina del prom, el nerd, la problemática y el forastero silencioso. La canción era fundamental para enmarcar la película, sonaría un poco al comienzo… Coincidencialmente con una frase de David Bowie referente a la juventud sacada de su canción changes y luego por completo en el cierre.
Don’t You (Forget About Me) “podría haber tenido muchas vidas antes de la vida que finalmente tuvo. Pero la canción tuvo que pasar por mucho antes de ser grabada.
La canción fue escrita y compuesta por el productor Keith Forsey y Steve Schiff mientras hacían el score para la película The Breakfast Club. Ambos eran fanáticos de Simple Minds y escribieron la canción con la banda en mente. Forsey le mostró el demo a A&M Records, sin embargo, A&M nunca le informó a Simple Minds.
Ante la no respuesta por parte de la banda, Forsey le ofrece la canción a Billy Idol y a Bryan Ferry, quienes rechazan de inmediato la canción.
Se la muestran a la banda The Fixx… Tampoco la quisieron.
La disquera propuso a Corey Hart quien era exitoso en ese momento con “Sunglasses At Night“, pero la voz de Corey no sonaba bien en la canción. Al parecer nadie la iba a cantar.
Es cuando deciden hacer un segundo intento con Simple Minds.
Comenzando 1985, el año del lanzamiento de la película, Simple Minds necesitaban pegar un hit en Estados Unidos pero terminaron encontrándose de frente con una canción que nadie quería… Una canción rechazada por todo el mundo.
La banda estaba frustrada de que al intentar encontrar el éxito en el mercado de los Estados Unidos no habían logrado sonar en la radio y no veían cómo la grabación de esta canción pudiera ayudar en algo.
La banda cedió después de recibir una llamada telefónica de Forsey en la que reiteró su admiración por la banda y en la que les aseguraba que estar en una película de John Hughes sería la oportunidad perfecta.
La banda decide ir a un estudio al norte de Londres y graba Don’t You (Forget About Me) en tres horas como por cumplir, pero de inmediato se van y se olvidan de ella, ya que estaban seguros de que la canción sería descartada de la banda sonora de la película.
Pero que equivocados estaban.
De hecho, la canción estaba tan incompleta, que la banda decidió agregar los cantos “La LaLaLaLa” como rellenos vocales en el proceso de grabación… Rellenos que terminaron convirtiéndose en parte icónica de la canción… Y fue cuando grabaron esos rellenos que realmente se dieron cuenta de que habían grabado algo con verdadero potencial comercial. No hay nada como un gancho pegajoso en el pop.
“Don’t You (Forget About Me)” logró que la banda alcanzara el éxito comercial e impulsada por el ruido de The Breakfast Club, se convirtió en número 1 en los Estados Unidos y Canadá. También es el único número 1 de la banda en la lista de Top Rock Tracks de EE. UU. y se quedó en el top de las listas durante tres semanas.
Si bien solo alcanzó el puesto # 7 en el Reino Unido, permaneció en las listas de éxitos por dos años, desde 1985 hasta 1987, uno de los períodos de tiempo más largos para cualquier sencillo en la historia de las listas.
La canción solo se quedó en la banda sonora de la película y no apareció en su álbum siguiente llamado “Once Upon a Time”, pero sí apareció luego en su recopilación de grandes éxitos de 1992. Obviamente se convirtió en la canción obligatoria en vivo de la banda, donde la famosa improvisación de relleno, se convirtió durante años en la sección de participación del público.
Se crearon dos versiones para su lanzamiento. Una versión corta, de 4:23 de duración, apareció en el sencillo y en el álbum original de la banda sonora de The Breakfast Club. Una versión más larga, de 6:32 de duración, fue lanzada como un single de 12 pulgadas. Esto, debido a que la gente la estaba pidiendo en las discotecas.
Lo que hizo de “Don’t You (Forget About Me)”, una canción romántica y melancólica, pero que era capaz de llenar una pista de baile.
Luego de su éxito con la canción, sellaron su posicionamiento en el mercado mundial con Alive And Kicking y obviamente su presentación en el histórico Live Aid.
En la canción, al igual que en la película, siempre habrá un nuevo amanecer para cada uno de nosotros, sin importar qué secretos haya en toda una vida de amistad. Hay amigos del colegio con los que de pronto nos encontramos en el supermercado o en un concierto y nos saludamos, nos abrazamos, actuamos como si el tiempo no hubiera pasado.
Y es que el tiempo permite que crezca esa mentira piadosa de afecto entre las personas, y lo que hace que The Breakfast Club y “Don’t You (Forget About Me)” funcionen tan bien juntas, es que la película pasa todo el tiempo hablando de un mito difícil de creer… Pero la escena final, junto con la canción, hacen que ese mito sea creíble. Aunque solo sea por unos pocos minutos.
Cuénteme a que canción quisieran que viajáramos en nuestro próximo DeLorean musical.
Soy @uribedj… Hasta la próxima. Let’s Go Doc!!
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